¿Y si no es ahora , cuándo?

¿Te estás dando cuenta de cómo estás viviendo tu vida?

¿Está teniendo sentido para ti?

¿A qué es necesario ponerle más atención, observar, escuchar, sentir?

¿Es necesario remodelar?  ¿Poner en movimiento, para quitar lo que nos pesa y traer lo que nos da respiro?

No te obstines queriendo mantener la realidad en la que vives si hace rato te llevo a morir en vida, siempre hay algo por descubrir para un alma buscadora.

Deja el futuro en paz y asume tu presente.

Siéntate, mira a tu alrededor,

Crea lo nuevo, lo que te ancle, lo que te inspire, no te dejes llenar el alma de grises.

La vida siempre nos está sorprendiendo, siempre nos invita a más, a salir de la zona de confort, a vivir, a sentir. No te guardes para un momento especial, recuerda que en la rueda de la vida cada momento es una oportunidad, un milagro que se te pone ante tus ojos para vivir poniendo el alma con las satisfacciones que ello trae.

Este tiempo y el proceso personal puede irnos distanciando de lugares, personas, hábitos, etc, no porque no se les tenga cariño o gratitud, sino porque el alma va en pos de otras cosas donde otros ya no encajan o dónde ya no encajamos, por más que  intentemos hacerlo por miedo a quedarnos solos.

Podrá talvez ser mal visto, juzgado, no comprendido por las partes involucradas, pero este ya no es un tiempo para vivir la vida y los deseos del otro sino la nuestra bajo el respeto y el amor en cada acto que realicemos.

Es necesario aprender a fluir como el rio. No hay que desgastarse pensando en si si o sino, en si tiene que expresarse algo, o argumentar la salida.

Tener presente nuestras apreciaciones y sentir no para sofocarnos con ello sino para que la vida nos vaya mostrando el camino es fundamental, es nuestra brújula para orientarnos.

Cuando nos lo permitimos así, esta vida con el infinito mar de posibilidades nos pondrá dónde nuestra alma desea haciendo lo que más nos gusta con entornos o personas inimaginados.

Una  clave es ponernos en acción y no irnos con dolor o resentires de espacios y personas porque se volverán a recrear en nuevos entornos y nuevas personas hasta que se asuma lo que se debe trabajar desde nuestro interior.

Otra clave será no cargar de ansiedad estos momentos de nuevas construcciones para no terminar causando turbulencias que nos impiden disfrutar con serenidad y disfrute del camino.

Mientras vamos tomando acción, tomando decisiones, poniéndonos en movimiento, asegurémonos de hacernos más cómodos y con sentido cada segundo vivido.