¡Hay un momento sagrado para nuestra vida y es hoy!

Puedes escuchar el contenido aquí:

Hay un momento sagrado para nuestra vida y este, es hoy.

Tenemos derecho a transformar todo lo que no nutra nuestra alma, todo lo que sentimos apaga nuestra esencia. No hay porque condenarnos a llevar un estilo de vida con patrones rígidos o caducos, cuando la vida es permanente transformación.

Alienta tu vida para que esté dispuesta al permanente crecimiento, independiente del ritmo que le pongas, cultiva tus anhelos, serán la brújula cuando el alma dude.

Entrar en esta permanente transformación implica dejarnos moldear por un deseo enorme de no seguir más, cargando con lo que no es nuestro o siendo lo que ya no somos.

Llega la hora de darnos la oportunidad de leer con los ojos del amor nuestras experiencias pasadas y de esta manera superarlas, para dejar de huir de una vez por todas de nuestro presente, que es justo donde debemos estar, para darle color y sentido a la existencia, reconociendo lo que somos.

• Es hora de superar los abusos,
• Es hora de superar el desarraigo,
• Es hora de superar la melancolía,
• Es hora de superar las violencias,
• Es hora de superar el desamor.

Permitámonos darle un nuevo significado a lo vivido, nada se reprocha, nada sobra, más bien, todo nos catapulta a mejores estados del alma.

Asumamos nuestras vivencias, aquellas que sentimos nos destemplaron el alma y leámoslas, desde ahora, como superación, valentía, coraje, liberación, fortaleza, perdón, evolución.

Son estas cualidades las que permiten que hoy estemos aquí, a pesar de lo vivido, es la experiencia la que nos da la capacidad de reconocer nuestra abundancia, el infinito amor, lo que somos y recibir las nuevas oportunidades para asumir la riqueza del presente.

Cuando hacemos esta lectura, el pasado deje de dolernos más y el futuro no sigue siendo nuestra angustia.
Hacer caso omiso a nuestro presente al estar sujetos a nuestro pasado, finalmente es una decisión, pero es un acto de indiferencia total a las nuevas oportunidades.

Nuestros antepasados viven en nosotros y los hacemos presentes con cada sentir, con cada palabra, con cada acto en el continuo devenir de la vida, porque con nosotros el rodaje de la película continua.

Cuando nos hacemos conscientes de ello, seguimos apostando al buen vivir, nos permitimos avanzar y dejamos de observar la carencia para observar la abundancia en todo lo que nos acompaña en el día a día y llenamos de júbilo con ello, a todos los que representamos, porque en todos estamos nosotros, uniendo piezas, hilando el todo.

Al pensar en lo que podemos unificar estando vivos, al ser conscientes de todo lo que impactamos siendo, nos inspiramos a observar la abundancia en todo lo que nos rodea y desde esta mirada seguro que nada nos paraliza, todo nos nutre, todo suma, nada resta.

Hay tanto en este mundo por vivir, que no es sano aferrarnos a lo que nos aniquila, ignorando la abundancia de todo lo que nos ha sido dado.

Es hora de amar lo aparentemente imperfecto, es hora de no sobresaturarte más y seguir trabajando en mayor consciencia. ¡Es hora de descubrir esa chispa divina que hay en ti!